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TPP = Tratado TransPacífico, Todos Podemos Padecerlo

por Sursiendo
Miércoles, 19 de Junio de 2013 00:39

Sursiendo hilos sueltos

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Desde 2011 estamos encontrando a cuentagotas algunas informaciones sobre el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, o Tratado Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), muchas de ellas avisando del peligro que conlleva la firma de este tratado. Ahora vamos a hacer un breve repaso, con algunos datos y reflexiones, de lo que implica al mundo y particularmente a México este nuevo intento de cercamiento a cada vez más aspectos de la vida.

Este tratado fue impulsado en 2006 por pequeños países asiáticos a los que se juntó inmediatamente Estados Unidos. Actualmente participan 11 países: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, y con la próxima incorporación de Japón. La inclusión del país nipón en esta iniciativa implica el establecimiento de una zona de libre comercio que constituye cerca del 40% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y aproximadamente 30% del comercio mundial. Lo poco que dicen los negociadores es que será un instrumento para el crecimiento, el empleo y la prosperidad, promesas que se han escuchado ya miles de veces, y que en realidad sólo revierten en beneficio de unos pocos (muy poderosos).

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(http://www.independentaustralia.net) Hace unos días (2013/05/15) se celebró en Lima (Perú) la 17a. Ronda de Negociaciones del TPP, y en pocas semanas se comenzará la siguiente: del 15 al 25 de julio en Kuala Lumpur (Malasia). Parece que tienen prisa. Con prisa y con pocas ganas de hacer públicas esas negociaciones. No hay documentos oficiales que den cuenta de qué se está tratando, con qué términos, qué implica. Salvo algunas declaraciones generales en prensa (declaraciones del sector privado, sobre todo) y algunas pocas filtraciones, poco se sabe sobre el TPP. Muchas prisas y falta de transparencia, todo lo contrario a lo que requiere un proceso de deliberaciones democráticas por el bien común, que más bien serían trabajadas con sosiego, análisis minucioso, apertura a la participación social, información puntual al conjunto de la sociedad, acuerdos consensuados. ¿Y por qué será?

El 1% poderoso que maneja los hilos de la economía mundial no quiere perder el negocio (una humanidad desigual y autodestruyéndose) y para ello quiere encadenar aún más a las poblaciones, impidiendo derechos y libertades fundamentales. Es un paso más en la dependencia total de las trasnacionales, por encima de cualquier control democrático ciudadano, y censurando y criminalizando las voces de protesta.

El TPP en sus negociaciones está desarrollando una batería de propuestas que apuntan a favorecer el poder de las farmacéuticas, la preponderancia de las leyes comerciales sobre cualquier derecho, la desprotección del campo, la mayor comercialización de bienes naturales, la desregulación del mercado laboral, la ampliación de las patentes, la homogeneización de la cultura y la censura de Internet, entre otras cosas.

Pero insistimos: ¿por qué? Además de que “porque así funciona el capitalismo global”, pues todo parece indicar que el peligro que está suponiendo China a la dominación de los capitales occidentales quiere ser contrarrestado con este tipo de tratados político-comerciales. Y que de seguro va a arrastrar a más acuerdos en otras zonas del planeta. Es una forma de chinizar el mundo:

  • liberalizar al máximo el comercio, por encima de cualquier consideración ambiental, laboral o social.
  • privatizar sectores públicos, servicios básicos y bienes comunes naturales, aplicando feroces políticas neoextractivistas.
  • censurar las herramientas y formas de comunicarse, organizarse, protestar y crear alternativas, llegando a la criminalización y la represión.

Una coalición de organizaciones llamada A Fair Deal, que representa una diversidad de intereses en todo el mundo, se unió recientemente para pedir un trato justo en el TPP. La ONG chilena Derechos Digitales, que ha estado siguiendo atentamente las negociaciones, tiene una conclusión clara: “el país no ganará mayor acceso a mercados, con lo que no tendremos ni más crecimiento económico ni más trabajos” (dossier). La Electronic Frontier Foundation (EFF) lo ha descrito como la mayor amenaza a la red global en años.

No sólo están en contra del TPP los movimientos sociales y organismos ciudadanos, también hay voces críticas en sectores privados y oficiales de los distintos países: desde la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos, que se opone al TPP porque mermaría a la sanidad pública y el acceso a los medicamentos; o el ex-jefe negociador del TPP del gobierno de Chile, que alerta de la imposición de los intereses de las potencias del Norte; hasta el director de la División de Comercio Internacional e Integración de CEPAL, Osvaldo Rosales, que critica que en cuanto a números, el TPP no significa mucho porque casi todos los países ya tienen tratados bilaterales entre ellos, y también advierte el peligro de que Estados Unidos incorpore elementos de dos de sus proyectos de ley en relación a la propiedad intelectual, postergados en su país por la movilización de la ciudadanía: SOPA y PIPA.

La puerta trasera y la criminalización

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(www.forgetthebox.net) Entre las filtraciones, se puede analizar que el TPP al igual que el ACTA propone penas criminales incluyendo la cárcel por compartir contenidos con copyright. Pero a diferencia de ACTA, el TPP aplica estas penas independientemente de que la persona que realiza la acción sepa o no que está cometiendo una infracción y se aplica incluso en casos que no implican una ganancia económica. El TPP incluye amplios poderes para que los gobiernos vigilen el tráfico de bienes que infrinjan “los derechos de propiedad intelectual en sus fronteras”. Y todo ello sin necesidad de orden judicial, el Gobierno de turno podrá actuar a discreción.

Para el profesor Michael Geist, de la Universidad de Ottawa, “los EEUU ven el TPP como una forma de exportar sus propias leyes de copyright hacia otros países y crear cambios en su propia legislación por la puerta trasera”.

En la filtración, dos inaceptables hechos quedaron transparentados: que el tratado de libre comercio está hecho a la medida de las grandes industrias hollywoodenses y del lobby corporativo farmacéutico de Estados Unidos; y que el secretismo en las negociaciones solo confirma que los intereses que se juegan son corporativos y no para el bien público.

El club exclusivo del ‘libre mercado’

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(www.cbc_.ca) Las organizaciones y entidades sociales no tienen permitido participar ni saber qué pasa en las rondas de negociaciones del TPP, pero sí están asistiendo representantes de corporaciones trasnacionales y de grandes empresas locales, que suelen estar muy contentas con el proceso. Las grandes farmacéuticas globales, las corporaciones tecnológicas, las químicas y alimenticias y las productoras majors de contenidos culturales, por ejemplo, tienen asientos permanentes en las conversaciones.

En nombre del “libre mercado” están construyendo unos acuerdos que sólo benefician a los oligopolios establecidos. En este mercado global que nos quieren imponer ¿qué podrá hacer un agricultor de Chiapas frente al poder otorgado a WallMart? ¿una disquera independiente que publica músicas locales no sucumbirá ante Sony? ¿una comunidad peruana podrá evitar la instalación de minas de oro? ¿un colectivo de trabajadoras podrá publicar un blog para denunciar los abusos de la empresa trasnacional donde son explotadas?

Ya los gobiernos y parlamentos participantes en el TPP están legislando en favor de los intereses del mercado, sin siquiera prestar atención a las sensibilidades sociales. Esta libertad que propugnan significa homogeneización, control y beneficios para unos pocos. Stella Calloni nos comparte una ilustrativa frase de Sherman Kent: “La guerra no siempre es convencional: en efecto, una gran parte de la guerra, de las remotas y las más próximas, ha sido siempre realizada con armas no convencionales”.

Lo interesante de las voces en contra que se están organizando y preparando en una ofensiva anti-TPP, es que los temas son transversales, convergen porque el Tratado se convierte en un problema común, que afecta a la gente que lucha por un Internet libre, contra los transgénicos, por la sanidad pública, contra los grandes megaproyectos (minería, represas, etc), por la cultura libre, por el rescate de lo local, por la alimentación sana, contra el cambio climático, por los derechos civiles…

Sigamos haciendo reflexiones, difundamos, organicémonos, reclamemos y construyamos alternativas.

Extra: Infografía TPP

@SurSiendo
Publicado en Amèrica latina

Fuente: http://kaosenlared.net/america-latina/item/60697-tpp-=-tratado-transpac%C3%ADfico-todos-podemos-padecerlo.html
Referencias
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